El mundo de la música despide con profunda tristeza a Roberta Flack, la legendaria cantante y pianista cuyo inconfundible estilo y sensibilidad artística marcaron una época. La intérprete de himnos inolvidables como "Killing Me Softly with His Song" y "The First Time Ever I Saw Your Face" falleció el 24 de febrero de 2025, a los 86 años, rodeada de su familia. La noticia fue confirmada por su representante, quien destacó su legado como una artista pionera y una educadora apasionada.
Una Estrella que Rompió Barreras
Nacida en Black Mountain, Carolina del Norte, Flack mostró su prodigioso talento desde temprana edad, lo que le permitió ingresar a la Universidad de Howard a los 15 años con una beca completa. Su formación clásica en piano y su delicada interpretación vocal la diferenciaron en la escena musical, llevándola a firmar con Atlantic Records en 1968. Sin embargo, su ascenso al estrellato ocurrió de manera inesperada cuando Clint Eastwood incluyó su versión de "The First Time Ever I Saw Your Face" en la película Play Misty for Me (1971). La canción no solo encabezó las listas de éxitos, sino que también le otorgó su primer premio Grammy a la Grabación del Año en 1973.
Un Legado de Éxitos Inigualables
El nombre de Roberta Flack se consolidó en la historia de la música con el lanzamiento de "Killing Me Softly with His Song" en 1973, una interpretación que cautivó al público y la crítica. La canción le valió su segundo Grammy consecutivo a la Grabación del Año, un hito que no se repetiría hasta 2002 con la banda U2. Su versatilidad y sofisticación le permitieron colaborar con artistas de la talla de Donny Hathaway, con quien creó memorables duetos como "Where Is the Love" y "The Closer I Get to You".
La Musa del Soul Sofisticado
Flack redefinió el soul de los años 70 con su estilo refinado, que combinaba el jazz, el R&B y el pop con una elegancia única. Peter Shapiro, en The Rough Guide to Soul and R&B, la describió como "la artista de soul perfecta de principios de los años 70", destacando su dicción impecable y sus baladas sensuales. Su influencia se extendió más allá de esa década, con temas icónicos como "Feel Like Making Love" y "Making Love", además de su inolvidable dueto con Maxi Priest en "Set the Night to Music".
Una Trayectoria de Amor y Dolor
Si bien cosechó numerosos éxitos, la vida de Flack también estuvo marcada por la tragedia. Su estrecha colaboración con Donny Hathaway llegó a un abrupto final con el suicidio del cantante en 1979, un golpe devastador para la artista. No obstante, continuó creando música y explorando nuevas fusiones sonoras hasta bien entrado el siglo XXI. Su último álbum, Let It Be Roberta (2012), fue un homenaje a The Beatles y reafirmó su capacidad de reinventarse sin perder su esencia.
Un Adiós Físico, pero un Legado Eterno
En 2022, Flack reveló que padecía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad que le impidió seguir cantando. A pesar de ello, su voz permanece inmortal en cada acorde de sus canciones, en cada nota que tocó con maestría en el piano, y en cada emoción que transmitió con su interpretación única. Nominada en 13 ocasiones al Grammy, su impacto en la música y en la cultura popular sigue siendo innegable.
Roberta Flack nos deja un legado de sensibilidad, elegancia y profundidad artística. Su música sigue susurrando al oído de quienes la escuchan, recordándonos que la verdadera grandeza trasciende el tiempo. Hoy, el mundo la despide, pero su voz seguirá viviendo en cada acorde, en cada melodía y en cada corazón que alguna vez fue tocado por su arte.