Melissa Joan Hart, rostro icónico de la televisión noventera gracias a inolvidables papeles como Clarissa o la entrañable Sabrina, la bruja adolescente, ha emprendido una travesía inesperada que la aleja de los sets tradicionales para adentrarse en una experiencia auténtica, sin filtros y profundamente humana: Destino Soñado. La nueva producción de Max, grabada en el corazón del paradisíaco parque Xcaret en México, invita a celebridades de distintas partes del mundo a vivir un encuentro emocional con la cultura latina, y consigo mismas.

"Me llamaron y me dijeron: ‘Queremos que hagas un show en México’ y pensé: ¡Eso suena emocionante!", comparte la actriz, entre risas. Sin libreto, sin saber siquiera el nombre del programa hasta el final, Hart aceptó la invitación sin reservas, guiada únicamente por la promesa de ponerse un vestido bonito y dejarse llevar. Lo que siguió fue una experiencia transformadora, tanto para ella como para quienes la acompañaron frente a las cámaras.

A lo largo de su estancia, Melissa viajó con sus hijos y disfrutó de unos días de conexión familiar antes del rodaje. “Pude conocer el resort, hacer algunos paseos acuáticos y simplemente divertirme. Pero todo lo relacionado con el programa era un misterio. Solo me decían: ‘Ven a la playa, vas a conocer a Poncho’. Y ahí me sentaba, sin saber muy bien qué iba a pasar después.”

Ese "Poncho" no es otro que Alfonso Herrera, conductor del espacio y alma del proyecto. A través de conversaciones sinceras, Herrera guía a sus invitados por un viaje introspectivo, donde el pasado resurge y el presente se saborea a plenitud. “Poncho me preguntó cosas que no recordaba haber contado desde hacía mucho tiempo. Fue como encender recuerdos guardados”, confiesa Melissa, visiblemente conmovida.

Un encuentro entre culturas

Lejos del espectáculo forzado y las respuestas ensayadas, Destino Soñado propone un formato diferente: espontáneo, sin máscaras ni actuación. “¿Tengo líneas que aprender? ¿Hay un guion que deba leer?”, preguntó Melissa al llegar. “No, no, no. Solo sé tú misma.” Y así fue. “Eso fue lo que más me gustó. No tenía que actuar, solo era yo, charlando, en la playa, compartiendo.”

La experiencia también le permitió acercarse más a las tradiciones mexicanas. “Sentí que conocí un poco más sobre la cultura mexicana. Me encanta llevar a mis hijos a descubrir nuevos lugares, nuevas comidas y costumbres. Destino Soñado nos regaló eso.” La actriz no tardó en encariñarse con el idioma, confesando entre risas que su palabra favorita para pronunciar es “Xochimilco”.

Conexión emocional y legado

En un contexto donde la televisión busca constantemente fórmulas innovadoras para conectar con el espectador, este programa brilla por su calidez y sencillez. “No era Soy una celebridad, sácame de aquí, era un show seguro, amable y muy divertido. Me considero una persona valiente, y aunque al principio fue desconcertante no saber qué iba a pasar, también fue liberador.”

El episodio protagonizado por Melissa Joan Hart ya está disponible en Max y Discovery, como parte de la temporada que incluye también a figuras como Paulina Rubio, Karla Souza y Alfonso “Poncho” Herrera. Pero más allá de las celebridades, Destino Soñado se erige como una oda a la diversidad, al diálogo íntimo y al poder transformador de abrir el corazón.

Para aquellos que crecieron con Melissa como referente y para quienes la descubren hoy bajo una nueva luz, este viaje a México no es solo un cambio de escenario: es la revelación de una artista que, dos décadas después de encantar al mundo con su magia adolescente, sigue evolucionando, brillando y, sobre todo, conectando.