Guayaquil Astilleros, con garra y determinación, se convirtió en el primer equipo clasificado a la gran final de la Liga Nacional de Ecuavóley – Banco Guayaquil (LNE), tras imponerse con autoridad frente a Manta Caciques en el Coliseo Abel Jiménez Parra. La Perla del Pacífico ya celebra, y lo hace al ritmo de un deporte que, por fin, alcanza el lugar que merece en el mapa profesional.

Un debut que conquistó al país

Con más de 80.000 asistentes en 14 ciudades y un rating récord de 300.989 visualizaciones en streaming durante los cuartos de final, la primera edición de la LNE ha demostrado que el ecuavóley no solo es tradición: es espectáculo, identidad y orgullo nacional. Coliseos llenos, partidos al límite y un formato de competencia innovador han consolidado al campeonato como una experiencia deportiva y cultural única en Ecuador.

Innovación que enciende la cancha

La LNE introdujo un formato vibrante que recompensa la consistencia, pero que también sabe jugar con la emoción. En caso de empate en la serie, no son los sets ni los puntos acumulados los que deciden al clasificado: todo se define en un “Set de Quiebre”, un match tie-break a 10 puntos que convierte cada jugada en una batalla de nervios y precisión. Una regla inédita que ha elevado el dramatismo de la competencia y mantiene al público al filo de sus asientos.

Pasión que trasciende el deporte

Para Andrés Eduardo Larrea Jara, presidente de la LNE, este es apenas el inicio de un proyecto que busca darle al ecuavóley el lugar que siempre mereció:
“Estamos comprometidos con impulsar y consolidar al ecuavóley como un deporte profesional, digno del panorama nacional. El respaldo del público ha sido contundente, logramos un sold out en las semifinales de ida, y confiamos en que este entusiasmo seguirá creciendo. La pasión de los aficionados es el motor que nos impulsa a fortalecer esta disciplina año tras año”, destacó.

El impacto de la Liga va más allá de la cancha: activaciones en ciudades sede, ocupación hotelera, 450 plazas de empleo y espectáculos artísticos en cada entretiempo convierten cada partido en un verdadero festival de identidad ecuatoriana.

Las ciudades, protagonistas de la rivalidad

Esta semifinal ha tenido a Santo Domingo Tsáchilas, Machala Mineros, Guayaquil Astilleros y Manta Caciques como representantes de una rivalidad que celebra el talento local. Cada equipo encarna la fuerza de su ciudad y demuestra que el ecuavóley no solo une, sino que también impulsa oportunidades y orgullo colectivo.

Una final que promete historia

La temporada, que inició el 26 de junio y culminará el 12 de septiembre, se acerca a su clímax. La gran final, disputada a dos partidos con home court advantage para el mejor ranqueado, otorgará premios económicos a los cuatro primeros lugares, marcando un paso firme hacia la profesionalización del atleta ecuatoriano.

Alianzas que construyen futuro

Con el Banco Guayaquil como main sponsor, Zapping en la difusión multiplataforma y Bet593 sumando emoción con pronósticos en tiempo real, la LNE ha demostrado que la sinergia entre empresa privada, medios y deporte local es posible. Un modelo de gestión que convierte al ecuavóley en un producto sostenible y atractivo para audiencias en crecimiento.

El ecuavóley, nacido en las canchas barriales y hoy llevado al escenario profesional, escribe su capítulo más vibrante. Y Guayaquil Astilleros ya es protagonista. La gran final está a la vuelta de la esquina y promete ser un espectáculo donde la pasión, la identidad y el orgullo ecuatoriano se juegan punto a punto.

Fuente: Myrca Romero, MarketGate